lunes, 19 de octubre de 2009

La Región: "Nadie se anima a decir nada" sobre la balacera en Villa G. Gálvez.

“Desde nuestro sindicato no manejamos ninguna hipótesis sobre quién puede ser responsable de lo que pasó, pero sabemos que la Justicia anda cerca de esclarecer el hecho. Y sé también que hay gente que no quiere que se sepa”. Así lo dijo a La Capital Bernardino Díaz, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Villa Gobernador Gálvez, a raíz de la balacera que en la noche del 8 de este mes sufrió un grupo de empleados municipales que, durante una protesta, se manifestaba frente a las oficinas de Servicios Públicos local.    “El tema de los incidentes ahora está en manos de la Justicia. Nuestro abogado hizo un presentación en la Fiscalía, para que se investigue y evidentemente hay una serie de cosas inciertas y muchas voces sobre lo que pasó. Nosotros queremos saber bien qué ocurrió y no salir a decir cualquier cosa”, expresó Díaz, sobre los numerosos disparos que, en extrañas circunstancias, se efectuaron contra los manifestantes desde un automóvil aún no identificado y que provocaron heridas en los trabajadores municipales Hugo Carbonell y Andrés Moreyra.    Tanto desde el Ejecutivo como del Concejo Deliberante y del Sindicato, inmediatamente de producidos los hechos se alzaron voces en repudio de ese accionar. Al consultar a Díaz sobre la posible existencia de algún sector que busca enfrentar al municipio villagalvense con el sindicato, el dirigente gremial consideró: “Creemos que sí; no sé si buscan enfrentarnos con el municipio, pero sí quieren enfrentar a la institución gremial, pero deben ser los menos, no los más. Nosotros conducimos desde hace 12 años el gremio y pensamos que lo hemos hecho bien”.     Conflictos “normales”. Para Díaz, los conflictos que suelen enfrentar al Sindicato de Trabajadores Municipales villagalvenses con el Ejecutivo que hoy preside Jorge Murabito “son los normales en una relación entre empleador y empleado y en el marco de las situaciones generales que atravesamos todos. Nunca las relaciones fueron malas; siempre dialogamos, consultamos y discutimos con altura. Nunca fuimos portadores de violencia y si bien se generan conflictos, también sabemos llevar propuestas para solucionarlos”.    Sobre las circunstancias en las que acontecieron los hechos, Díaz corroboró el inquietante silencio de los posibles testigos. “Nadie se anima a decir nada. Yo pregunté sobre las características del auto; inclusive pregunté y sigo preguntando sobre la marca del auto y su patente. Aparentemente la patente estaría identificada, pero uno me dice una cosa y otro, otra. Yo le pido al que sepa algo que me lo diga así hago la denuncia, que es mi obligación. Andamos atrás de una pista y creo que en muy corto plazo esto se tiene que esclarecer. No puede quedar impune”.    El gremialista consideró además que “como los conflictos gremiales forman parte de una dinámica de la sociedad, no queremos que la próxima vez que debamos exigir algo nos encontremos con que sigue la violencia. En lo nuestro, a nivel provincial está todo mal, con conflictos en Fighiera, y sin contar lo que ocurre en Villa Constitución y en otras comunas”.    Díaz y Murabito se reunieron tras los incidentes para destrabar aspectos específicos del conflicto gremial, pero la balacera fue un tema inevitable. Según el sindicalista, Murabito expresó en el encuentro que “sería ruin de nuestra parte hacer algo así”, y Díaz reconoció que la metodología violenta no responde “ni al estilo del partido gobernante ni al sindicato” que lidera. “Nuestro sindicato no es de patas de plomo ni de revólver en la cintura. Nuestra herramienta es siempre el diálogo.     Sin antecedentes. “Nosotros no registramos antecedentes de hechos como éste. A Pedro González le hicimos siete u ocho paros con olla popular y todo; a Santos Mauro le hicimos hasta 45 días de paro y nunca pasó algo así”, indicó.    En cuanto a la mecánica de ir al paro al otro día de no percibir el sueldo completo, dijo que “se viene llevando a cabo desde hace muchos años; no es de ahora. Ni necesitamos convocar a asamblea para decidirlo. Esto no es una guerra contra Murabito, sino un principio que él y todos los ex intendentes conocen. Los salarios son sagrados y él lo tiene claro. Si el día 7 no está el salario, el 8 hay paro. Los paros nuestros siempre fueron pacíficos y no sé por qué ahora pasan estas cosas, que no son para el bien de nadie sino para el mal de todos”, remató.-
Fuente: www.lacapital.com.ar

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