
Con el ánimo bien arriba y las perspectivas favorables que instaló la vibrante victoria del domingo pasado, los canallas van por más ante un rival que tiene la misma cantidad de puntos (20), que en el Diego Armando Maradona se vuelve atrevido e incómodo, y que se liberó de presiones con el mensaje de Borghi.
Las últimas salidas de Arroyito no fueron felices para Central. Fueron tres caídas al hilo por 1-0 ante Arsenal (7ª fecha), San Lorenzo (9ª) y Huracán (11ª). Además, esos choques se tiñeron de dudas con notables desaciertos arbitrales y dejaron la sensación de que los canallas siempre merecieron mejor suerte.
En Sarandí, Maglio no cobró un claro penal por mano de Yacuzzi en el cierre del cotejo que hubiera permitido la igualdad auriazul. En tanto, el gol de Romeo en el Nuevo Gasómetro tendría que haber sido anulado por evidente posición adelantada. En aquella ocasión, Lunati tampoco advirtió un torpe empujón de Aguirre a Choy en el área cerca del pitazo final. Y en Parque de los Patricios, Luis Alvarez no observó un doble off side (Filippetto y Domínguez) en el tanto quemero.
Para torcer esta tendencia, Cuffaro mantiene los once que vencieron a Boca. Braghieri no se repuso de su esguince en el tobillo izquierdo y se decidió preservarlo otra vez ya que se vienen tres partidos en una semana (el miércoles, a las 20, con Estudiantes, y el lunes con Lanús, los dos en Arroyito). Será reemplazado nuevamente por Nahuel Valentini.
Central va a La Paternal con la intención de meter puntos importantes en su bolso de recaudación. Será un desafío complicado pero está en condiciones de lograrlo.-
Fuente: Ovación
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